Los
puentes que perduran parecen requerir una infancia de patitos feos, de miradas
esquinadas y bromas en los periódicos. Tal nuestro Forth, de quien dijo el
entonces árbitro de la elegancia victoriana William Morris que era el prototipo
supremo de la fealdad. Y, sin embargo, ha ido ganando con las décadas, quizá
porque sus pretensiones originales eran puramente ingenieriles, nada modestas
desde luego, pero técnicas al fin y al cabo, sin concesiones a lo
arquitectónico o lo estético en el sentido más lato del término. Ni un adorno,
ni un emblema visible, ni una voluta, un friso o un remate artístico. Puro
juego de tensiones y resistencia de materiales. Y sin embargo tan bello, tan
poderoso, tan magnético, tan sugestivo, tan majestuoso, tan imponente.
Sí, es cierto, hay también algo de chulería, de
desafío, de reto a las galernas del Mar del Norte que acabaron con su directo
antecesor en un accidente que obligó a repensar la forma de salvar los
estuarios escoceses. En 1878, Thomas Bouch había sido nombrado caballero tras
culminar la construcción del nuevo puente sobre la ría del Tay que daba acceso
a la ciudad de Dundee, al norte de Edimburgo. Era una obra de las entonces
convencionales, metálica y con numerosos apoyos en el lecho marino, pero se
vino abajo con una fuerte tormenta en una noche de diciembre de 1879,
llevándose consigo setenta y cinco vidas, el prestigio y, al cabo, la salud de
su creador. Entretanto, el desdichado Bouch había recibido el encargo de otro
puente sobre el estuario del Forth, en Queensferry Narrows, a unos pocos
kilómetros del centro de la capital escocesa. Los nuevos encargados del
proyecto, Baker y Fowler, idearon una maciza estructura volada que cuanto más
peso lateral soportaba , más comprimía los puntos de apoyo contra el suelo, y
todo a una escala ciclópea hasta entonces desconocida. En 1890 el Príncipe de
Gales ajustaba simbólicamente el últimos de los ocho millones de remaches
metálicos abriendo al tráfico ferroviario uno de los puentes más caros hasta
entonces construidos.
(Cont.)
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