#laacción es lo que normalmente
precede a la reflexión. Se dan casos en los que tal natural orden se invierte,
pero son los menos. Afortunadamente. No es coña. En realidad, pensar sobre lo ya
hecho afila la intuición para la próxima vez. Y la intuición es esencial cuando
se quiere tomar la decisión correcta con el menor porcentaje de información
disponible. Es decir, antes que los rivales lo hagan o la realidad te imponga
una diferente salida. Acertar cuando se tiene el 100% de la información es
sencillo, pero siempre se llega tarde. Acertar en un porcentaje del 40% de las
ocasiones con el 60% de
la información es un mal rendimiento. Acertar un 70% de las veces con solo un
30% de la información es lo que te da ventaja sobre tus rivales y, más
importante, sobre la realidad. Esta serie recoge intervenciones públicas,
generalmente sobre asuntos políticos (perdón por haber
nasío).
Contribuciones para la Mesa Redonda 2 (Autoridades
regionales y locales y desarrollo sostenible). 2º Assises de la cooperación
descentralizada. Bruselas, 29 y 30 de marzo de 2011 (I)
El
Libro Verde de la Comisión
“Política de desarrollo de la UE
en apoyo del crecimiento integrador y el desarrollo sostenible” (COM (2010) 629
final) señala como uno de sus objetivos el impulso de la integración regional,
de modo que los procesos de crecimiento económico y desarrollo humano en el
interior de estos espacios tengan como referencia el proceso europeo. No se
trata de exportar modelos, desde luego, eso sería puro eurocentrismo, sino de
explicar los logros europeos asociados a nuestro proceso continental de
integración económica y política. Pero el Libro Verde pasa de puntillas sobre
tan trascendental asunto y prácticamente sólo se concentra en señalar la
necesidad de coherencia entre la política comercial de la UE y su política de cooperación
para el desarrollo. Desde este punto de vista, es un texto francamente decepcionante.
Y, además, en uno de los aspectos en los que también las autoridades regionales
y locales de la Unión Europea
tienen mucho que aportar.
Por
otra parte, el Libro Verde parece ser reflejo de la tradicional esquizofrenia
de la Comisión
en la producción de documentos. El Libro Verde se presenta para consulta
abierta a finales de 2010, sólo dos años después de la Comunicación de la Comisión a las demás
instituciones sobre “Autoridades locales: Agentes del desarrollo” (COM (2008)
626 final). En esta Comunicación se contiene una decidida apuesta por las
autoridades regionales y locales europeas como actores principales de la
cooperación al desarrollo. Además del análisis, correcto, sobre la falta de
información y el riesgo de fragmentación, la Comisión propone “extraer
los primeros elementos de una estrategia de respuesta que permita la
capitalización y maximización de la experiencia de las autoridades locales como
socios en política de desarrollo” y “regular y cuantificar esa evolución y
sentar las bases de un enfoque coordinado para la implicación estructurada de
las entidades locales en la política de cooperación para el desarrollo. Un
enfoque estratégico a escala de la
UE facilitará una participación más coordinada de las
Autoridades Locales en la política de desarrollo de la UE y permitirá reconocer al
mismo tiempo el principio de subsidiariedad”. Mas concretamente, la comunicación
propone expresamente, aunque de un modo disperso:
-la “elaboración de un marco para
las AL como agentes de desarrollo” (sin atreverse a decir que se trate de un
marco “jurídico”),
-la conveniencia de una “mayor
representación” de las AL en la política de desarrollo de la UE y en los países
beneficiarios (p.e. en los grupos de donantes de fondos),
-“participar en debates y acciones
concretas de los que han sido excluidas” (p.e. sobre la eficacia de las
ayudas),
-“el establecimiento de un diálogo
estructurado sobre política de desarrollo” de la Comisión y las AL (quizá,
se apunta, “con el auspicio del Comité de las Regiones” y en forma de
“asambleas anuales”),
-“desarrollar herramientas
específicas que harían posible la participación de las AL en este diálogo
estructurado” y entre ellas,
-“elaborar directrices operativas
para aumentar el nivel de implicación de las AL en la programación y entrega de
ayuda al desarrollo y en el diálogo político a nivel regional y europeo”.
-“establecer mecanismos para poder
informar sobre la cooperación al desarrollo de manera más eficaz” (p.e. el
atlas de cooperación descentralizada, un compendio de buenas prácticas o un
Observatorio),
-“que la UE apoye la puesta en práctica
de una plataforma de intercambio de información siguiendo el modelo de una
‘bolsa de valores’ auspiciada por el Comité de las Regiones”.
Es, como vemos un programa político
ambicioso y razonablemente fundado. Sería de espera que, a partir de este
documento, ninguna propuesta de la
Comisión sobre la materia olvidase a las AL como agentes
indispensables de la cooperación europea para el desarrollo.
(Cont.)
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